Todos podemos prestar servicio
Ofrendamos nuestra vida por medio del servicio. Los miembros de la Iglesia tienen muchas oportunidades para prestar servicio. Podemos hacer pequeños actos de bondad por nuestros vecinos, tomar parte en el servicio a la comunidad, cumplir con responsabilidades en nuestras congregaciones locales y contribuir a los esfuerzos de ayuda humanitaria de la Iglesia a gran escala. Estas acciones, sean grandes o pequeñas, nos permiten sentir la felicidad de conectarnos con nuestros hermanos y nos recuerdan que Dios frecuentemente concede que seamos la respuesta a la oración de otra persona.